Tiempo / Recursos

Cuando se trata de involucrar a las personas en los procesos de creación artística y trabajo cultural, también debe considerarse la siguiente pregunta: ¿Quién tiene realmente tiempo para participar? La respuesta a esta pregunta está relacionada con los diversos motivos que pueden llevar a alguien a dedicar su valioso tiempo (gratis) a un proyecto artístico participativo o a participar en una actividad de educación artística. El intercambio de conocimientos puede ser un motivo, detrás del cual se encuentra la curiosidad: vengo a una actividad no remunerada en mi tiempo libre con la esperanza de que me iré a casa más enriquecide en experiencia y conocimientos. Las conexiones amistosas pueden ser esenciales: me uno a la actividad porque conozco a personas allí con las que me siento conectade y espero pasar un buen rato. Una preocupación mutua puede ser decisiva: debo participar en esta actividad; me importa apoyar el tema a través de mi participación. Y finalmente, la compensación financiera es un motivo fuerte: se ofrece un pago justo por participar en un proyecto artístico, lo cual puede contribuir a mis finanzas.

El tema ha surgido una y otra vez en nuestra práctica cultural con participantes individuales, así como con grupos organizados. Estos últimos ciertamente siguen lógicas distintas. Se hizo realmente vívido y tangible en el contexto de un proyecto con la organización Danaida, un centro educativo y lugar de encuentro para mujeres en nuestro vecindario. La asociación ofrece cursos de alemán y cursos de alfabetización, así como lo que se llama «educación básica», dirigida a mujeres migrantes.

Esto sucedió hace algún tiempo, pero aún tiene un impacto hoy en día. En 2012, nuestro centro de arte < rotor > propuso una colaboración con la artista residente en Graz, Maryam Mohammadi. Ella ya tenía mucha experiencia trabajando con mujeres y ya había pensado en lo que se podría hacer junto con las mujeres de los cursos de Danaida. Sin embargo, nuestra consulta amistosa fue recibida con una respuesta inesperada: Lo sentimos, estamos tan ocupadas con el contenido de aprendizaje de nuestros cursos que no tenemos tiempo para una colaboración con una artista.

Después de reflexionarlo, ya que existía el interés básico, queríamos averiguar si finalmente podría haber una posibilidad de colaboración. La solución fue integrar el proyecto artístico en el currículo de los cursos. Esto resultó en el conmovedor proyecto It’s in the hands of women como parte de los cursos programados. Al final, 118 mujeres contribuyeron al proyecto llevando un objeto que trajeron consigo durante su migración a Austria. La artista fotografió los objetos en las manos de las mujeres. Como parte del programa de aprendizaje, se invitó a las mujeres a hablar sobre el significado de su objeto, su historia personal y describirlo en unas pocas frases. La obra completa se mostró más tarde en una exposición en el Museo de Graz, que fue visitada por muchas de las participantes.

Desde entonces, los grupos de Danaida con sus participantes femeninas han sido parte del «público regular» de < rotor >. Siempre tratamos de adaptarnos a las necesidades y conocimientos existentes de las participantes de los cursos y proporcionar mediación personalizada. Esto también fue el caso con un taller para Art Space Unlimited, impartido por Nayari Castillo, miembro del grupo Forest Encounters. En el taller, un grupo de mujeres intercambió diferentes puntos de vista sobre su comprensión de un «bosque». Las participantes escribieron sus experiencias personales sobre el bosque, ya sea en sus lenguas nativas o en alemán, y estos textos se convirtieron en parte de la colección Forest Encounters Glossary.

¿Qué nos cuenta esta historia, que comienza con un rechazo, sobre la economía del tiempo? Pues bien, la ONG con la que se suponía que debíamos trabajar tenía un denso programa de cursos con objetivos claros, y las participantes debían aprender ciertas habilidades. No había tiempo para nada más. Y las mujeres que participaban en estos cursos también tenían sus propios horarios. Muchas de ellas estaban ocupadas cuidando a los niños y organizando su vida diaria con un presupuesto ajustado. Les habría sido difícil encontrar tiempo para trabajar con una artista además de los intensivos cursos que estaban tomando o aprovechar el programa cultural o las ofertas de mediación de un centro de arte por iniciativa propia. Gracias a la hábil integración del proyecto de arte contemporáneo en el curso, este grupo de mujeres al final pudo participar.