Llegando a comunidades

Crear espacios para la comunicación y la colaboración no se trata solo de proporcionar una plataforma; se trata de asegurarnos que todes se sientan escuchades, valorades y parte de algo significativo. Se trata de ser intencionales en la forma en que nos relacionamos con las personas, asegurándonos de que nuestras interacciones sean genuinas y no solo para cumplir con una serie de tareas.
En lugar de depender únicamente de invitaciones formales o anuncios públicos, priorizamos el compromiso personal cuando organizamos eventos en Prishtina o en otros lugares. Este enfoque asegura que incluso las voces de aquelles que a menudo son excluides sean escuchadas y tenidas en cuenta en la creación de nuestro trabajo. Al encontrarnos con las personas donde están —ya sea en sus hogares o en los lugares que frecuentan, como centros comunitarios o reuniones locales— vamos más allá de los métodos digitales para construir conexiones más profundas y comprender realmente las necesidades de la comunidad, lo que nos permite crear eventos más inclusivos e impactantes.
Este compromiso personal moldea nuestro trabajo con espacios clave como Galeria 17 y Rezidenca 17. Desde el principio, Galeria 17 se comprometió a involucrar a la comunidad local. De hecho, el primer grupo invitado a la galería fueron les residentes del vecindario cercano al espacio en Prishtina, quienes tuvieron la oportunidad de experimentar la exposición inaugural antes que nadie. Desde entonces, a cada exposición le sigue un plan educativo y de divulgación. Esto implica contactar con colegios, universidades y diversas organizaciones y asociaciones sin ánimo de lucro que trabajan en temas similares, invitándolas a visitar la galería. Dependiendo del tema de cada exposición, también invitamos a profesores, ponentes y estudiantes para que den clases, charlas o reflexiones en la galería. Además, documentamos y archivamos todas las exposiciones en formato 360 grados, permitiendo que los grupos que no pueden visitarlas físicamente, por diversas razones, experimenten la exposición a través de la tecnología de la realidad virtual.
Uno de los momentos más impactantes de este compromiso ocurrió cuando presentamos una exposición RV a un grupo de estudiantes que nunca antes habían experimentado el arte de manera tan inmersiva. Muches de estes estudiantes provenían de colegios en Kosovo donde la exposición a nuevas tecnologías era limitada y las oportunidades para tales experiencias eran raras, principalmente debido a la falta de infraestructura y las difíciles condiciones en muchas escuelas. Su entusiasmo fue contagioso, con uno de los estudiantes comentando: «¡Siento que estoy caminando dentro del espacio!» Esta experiencia demostró el poder de las nuevas tecnologías para hacer el arte más accesible, particularmente para aquelles que no podrían visitar una galería tradicional debido a su ubicación o limitaciones económicas.
Rezidenca 17 sigue una filosofía similar en su desarrollo. Desde el principio, involucramos a diversos grupos en la restauración de este espacio público desatendido —la antigua casa de Hivzi Sulejmani, que ahora alberga Rezidenca 17— colaborando con ONGs y estudiantes de arquitectura, arte y diseño de universidades públicas y privadas en Prishtina. Las reuniones comunitarias regulares han sido clave para dar forma a los programas y servicios de la residencia para satisfacer las necesidades locales. También hemos involucrado al vecindario en el diseño del espacio exterior; para aumentar la asistencia y asegurar una participación diversa, invitamos personalmente a las personas, explicando nuestra misión y animándolas a unirse. Este enfoque directo ha llevado a una participación más espontánea y a una gama más amplia de voces en la conversación.
También nos aseguramos de ir más allá del vecindario local. Uno de nuestros proyectos más importantes y en curso, Metamorphosis, se enfoca en descubrir la historia y la memoria colectiva asociada a los edificios abandonados. En el contexto de Prishtina, muchos de estos edificios están ligados a la rápida urbanización de la ciudad y a los trastornos sociopolíticos que han modelado a Kosovo en las últimas décadas. Tras la guerra en los años noventa y las subsecuentes transiciones políticas, Prishtina —al igual que muchas ciudades posconflicto— ha visto una mezcla de desarrollo, negligencia y desplazamiento. Los edificios abandonados reflejan esta historia de disrupción y comunidades cambiantes. A través de este proyecto, llamamos la atención sobre las historias detrás de estos edificios e invitamos a la comunidad a compartir sus reflexiones. Esta iniciativa va acompañada de publicaciones y exposiciones que documentan las contribuciones de las comunidades locales en la preservación e interpretación de su memoria colectiva. A través de Metamorphosis y otras intervenciones específicas del lugar, literalmente tocamos puertas, invitando a las personas a participar en investigaciones sobre memoria colectiva. Al involucrarlas en tal investigación, no solo creamos arte, sino que también nos aseguramos de que sus experiencias y relatos sean parte de la narrativa. Se trata de incorporar a las personas en la conversación y hacer que sientan que tienen algo que aportar en lo que se está creando.
A través de este alcance personal y colaboración, creamos ambientes donde la comunicación conduce a la colaboración, y la colaboración lleva a la transformación. Así es como cerramos las brechas —entre personas, ideas y oportunidades— y creamos un impacto duradero y significativo.