Trabajo emocional

En el mundo del arte contemporáneo, existe una tensión entre la producción artística y los cuidados. tranzit.cz es una institución feminista comprometida con el apoyo a personas que tienen personas a sus cuidados. El objetivo es crear un entorno donde la producción artística siga siendo posible a pesar de las exigencias de la crianza. Esta exploración aborda las dinámicas complejas que surgen cuando la ambición artística choca con las realidades prácticas de la vida familiar, visibilizando las cargas emocionales que suelen acompañar estos procesos. La presión que esto genera, tanto para les artistas como para las instituciones, pone de manifiesto la necesidad urgente de soluciones estructurales.

Imaginemos que, como institución, colaboramos con une artista que tiene une bebé y une hije de dos años. Le artista llega para una residencia de un mes, pero como su hije mayor se queda en casa con su pareja, divide la residencia en períodos más cortos. Su estancia consiste en una serie de reuniones para las que necesita une asistente de producción que la ayude a coordinar los encuentros, pero también necesita cuidados infantiles para su bebé. Le artista suele venir los fines de semana, pero a menudo cancela sus viajes en el último momento. Esto supone un problema para el equipo de producción, que no tiene la flexibilidad para modificar planes con tan poca antelación. Buscamos rápidamente a otra persona, pero tanto le curadore como le artista se ponen nervioses porque esa persona necesita ser formada, lo que implica más trabajo. Le asistente de producción está frustrade porque tiene que reservar y cancelar billetes de tren y reservas de alojamiento constantemente. Todo resulta mucho más complicado de lo que parecía al inicio.

Les hijes de la artista se ponen enfermes con frecuencia, y luego elle también enferma. No cumple los plazos, está nerviose y agotade. A medida que el proyecto avanza, delega más tareas en le asistente de producción —tareas fuera de los términos acordados— porque no tiene capacidad para asumirlas, pero al mismo tiempo le importa profundamente el proyecto y quiere que sea lo mejor posible. Un día, llega a Praga con su bebé, que tiene un resfriado. Le artista teme que sea algo más grave. Quiere ir a urgencias, pero necesita que alguien la acompañe y le ayude con la traducción. Es viernes por la tarde y el equipo de la institución ya tiene planes. Sienten que han estado apoyando a le artista más allá de sus posibilidades y que elle no muestra mucha gratitud —después de todo, lleva meses sin dormir. Yo también tengo planes, pero a diferencia de mis colegas, soy madre. Sé lo que significa tener une hije enfermo en un país extranjero. Le acompaño. Pasamos horas en la sala de urgencias entre niñes enfermes y llorando. El médico nos dice amablemente que es solo un resfriado. Es tarde por la noche y estamos completamente agotades, así que la llevo a casa. Sé que hemos construido una amistad y que elle me está profundamente agradecida. Mi pareja y mis hijes no están tan entusiasmades.

Le artista es ambiciose y exitose. Este no es el único proyecto en el que está trabajando. Tiene dos hijes pequeños, ambos menores de tres años, pero quiere seguir trabajando al mismo ritmo que antes. ¿Y por qué no? Es su derecho.

Estoy agotade por esta colaboración, y todes les demás también. Le artista, por supuesto, está completamente drenade. Y pienso en el hecho de que cuidar bebés y niñes pequeñes genera trabajo extra, y ese trabajo extra se pasa de un lado a otro como una patata caliente. Nadie tiene el tiempo ni la energía. Somos una institución feminista, queremos colaborar con madres y padres con hijes pequeñes. Organizamos guarderías, alquilamos apartamentos más grandes para les residentes, compramos billetes de tren extra. Aunque las subvenciones no tienen una categoría específica para esto, somos creatives —siempre encontramos una forma. Pero cuando se trata de niños enfermes y de proyectos ambiciosos y exigentes, incluso nosotres llegamos a un punto muerto.

Las teorías feministas de los cuidados afirman que los cuidados debería distribuirse equitativamente en la sociedad; sin embargo, la realidad es otra, y la carga recae sobre una persona o un pequeño grupo, que puede o no contar con recursos propios —y si no los tiene, mala suerte. No pueden hacer arte o se desploman, sufriendo física y mentalmente.

Las experiencias de artistas e instituciones que navegan por los desafíos de la maternidad y la paternidad evidencian una brecha crítica en los sistemas de apoyo del mundo del arte. tranzit.cz busca generar un entorno donde el arte y el cuidado puedan coexistir, pero la realidad de gestionar proyectos artísticos mientras se atienden las demandas de la crianza expone los límites de las estructuras institucionales actuales. Hasta que se implementen cambios sistémicos que aborden estas desigualdades, tanto artistas como instituciones seguirán lidiando con las cargas del trabajo no reconocido, arriesgando el agotamiento y socavando la misma creatividad que intentan fomentar.